Sandro Giaccobe - EL JARDÍN PROHIBIDO

Esta tarde vengo triste y tengo que decirte. Que tu mejor amiga ha estado entre mis brazos. Sus ojos me llamaban pidiendo mis caricias. Su cuerpo me rogaba que le diera vida. Comí del fruto prohibido dejando el vestido colgando de nuestra inconsciencia. Mi cuerpo fue suyo durante un minuto, mi mente lloraba tu ausencia. No lo volveré a hacer más. No lo volveré a hacer más. Pues mi alma volaba a tu lado y mis ojos decían cansados que eras tú, que eras tú. Que siempre serás tú. Lo siento mucho la vida es así no la he inventado yo. Siempre que me ha mirado a los ojos y cogido por mano yo me he dejado llevar por mi cuerpo, y me he comportado como un ser humano. Lo siento mucho la vida es así no la he inventado yo. Sus besos no me permitieron repetir tu nombre, y el suyo sí. Por eso cuando la abrazaba me acordé de ti. Comí del fruto prohibido dejando el vestido colgando de nuestra inconsciencia. Mi cuerpo fue cojo durante un minuto, mi mente lloraba tu ausencia. No lo volveré a hacer más. No lo volveré a hacer más. Pues mi alma volaba a tu lado y mis ojos decían cansados que eras tú, que eras tú. Que siempre serás tú. Lo siento mucho la vida es así no la he inventado yo. Siempre que me ha mirado a los ojos y cogido por mano yo me he dejado llevar por mi cuerpo, y me he comportado como un ser humano. Lo siento mucho la vida es así no la he inventado yo.